miércoles, febrero 23, 2005

La casa de las dagas voladoras

Hola, aloh.
 

Mi amigo guionista me ha pedido que haga de abogado del diablo d��ndole mi opini��n sobre el gui��n de su pr��ximo proyecto cinematogr��fico. Me encontraba en la segunda lectura del texto, con clara intenci��n de encontrar discontinuidades en la situaciones y en los personajes, cuando la tensi��n acumulada por el esfuerzo investigador me ha pedido un descanso que, al ser d��a del espectador, he dedicado a 'La casa de las dagas voladoras' de Zhang Yimou.

En el a��o 859 antes de Cristo la dinast��a Tang est�� en declive. El emperador es un incompetente y la corrupci��n se ha enquistado en el gobierno lo que est�� fomentando la aparici��n de grupos rebeldes que se levantan en armas contra las autoridades locales como muestra del malestar popular. El m��s prestigioso de los grupos rebeldes es una alianza secreta, llamada 'La Casa de las dagas voladoras', que se dedica a robar a los ricos para repartir entre los pobres con lo que sus integrantes se han ganado el apoyo y la admiraci��n de la gente. Se sabe que 'La casa de las dagas voladoras' tiene su base de operaciones en el condado de Feng Tiang, cerca de la capital imperial, pero su car��cter secreto impide a las autoridades locales erradicar lo que les supone una espina clavada en el costado pues, a pesar de que recientemente han conseguido matar al cabecilla del grupo, 'las dagas voladoras' contin��an actuando y creciendo bajo la direcci��n de un nuevo y misterioso l��der.

Los dos capitanes locales del condado de Feng Tian, Leo y Jin han recibido la orden de capturar al nuevo l��der en 10 d��as. El capit��n Leo sospecha que Mei, la nueva y bella bailarina de la casa de las peon��as, es en realidad la hija del antiguo l��der e idea un plan para arrestarla e interrogarla. Cuando Mei se niega a dar informaci��n alguna sobre 'las dagas voladoras', los dos capitanes discurren otro plan que dar�� lugar a una enconada persecuci��n durante la cual se establecer�� un tri��ngulo amoroso que desatar�� las pasiones de sus v��rtices en medio de un embolado de fingimientos, traiciones y giros inesperados en el que nadie es quien aparenta ser, dando lugar a una historia tan rom��ntica como una fotonovela rosa y tan ��pica como un tebeo de h��roes con espadones, en la que se alternan poes��a y violencia en constante armon��a con la belleza de las im��genes y en un cont��nuo desaf��o a la fuerzas de la naturaleza --gravedad, resistencia f��sica y clima-- pero que acaba resinti��ndose de un gui��n que evidencia la orientaci��n comercial de la pel��cula.

En 'Hero' (2002), Zhang Yimou nos deleit�� con im��genes hermosas, con contrastes po��ticos y con bellas alteraciones de las leyes y fuerzas de la naturaleza. 'La casa de las dagas voladoras' sigue las pautas art��sticas de 'Hero' y ofrece m��s de lo mismo sin que por ello tenga que ser menos valorada. Todas las escenas de acci��n, desde danzas que parecen luchas hasta luchas que parecen danzas, est��n filmadas con gusto y detalle, resultando unos momentos dignos de ser paladeados visualmente y perfectamente complementados con escenas intimistas y de di��logo. Adem��s, hay algunas licencias art��sticas, por ejemplo el paso de oto��o a invierno en el duelo final, que refuerzan el aspecto visual de la escena. Sin embargo, el gui��n firmado por Li Feng, Zhang Yimou y Wang Bin, enlaza las diversas escenas con un hilo argumental que resulta ser m��s un apresurado pespunte que una mesurada costura y que, adem��s de acabar confundiendo la licencia art��stica con el desliz en la continuidad, acaba confirmando la sospecha de que su objetivo es ofrecer un elemento de adorno y deleite a la mayor gloria art��stica del director.

'La casa de las dagas voladoras' es una pel��cula a tono con las salas de exhibici��n de los grandes centros comerciales, donde entras por la puerta grande (moqueta en el suelo, paredes decoradas, mobiliario urbano en los pasillos y personal sonriente que te indica el camino) y sales por la salida de emergencia (suelo y paredes de rugoso hormig��n en estado puro que dan la sensaci��n de obra acabada con prisas y que ponen a prueba el instinto de orientaci��n al ofrecer indicadores con los textos de "Salida" y "Acceso al centro comercial").

Acabada la pel��cula, y visto lo que tres personas pueden conseguir cuando se aplican sobre un gui��n, consider�� no ser demasiado exigente con el escrito de mi amigo guionista; tan s��lo lo imprescindible, casi para justificar que he le��do con detalle e inter��s su escrito.

Un saludo desde el teclado.

 

Suplemento para quien haya visto la pel��cula o para quien quiera leer m��s:

Peon��a: G��nero de plantas ranuncul��ceas que comprende unas 15 especies propias de los pa��ses templados, de hojas pinadas y flores blancas, amarillas o rosadas; entre ellas se encuentran las llamadas vulgarmente saltaojos, y la peon��a del Jap��n, peque��o arbusto de flores blancas, con una mancha purp��rea en cada p��talo, cultivado como planta de adorno. La peon��a, por su belleza y toxicidad, recibe el nombre de "rosa maldita". Se utiliza contra los calambres musculares, como sedativo (asma, epilepsia) y tambien contra el dolor de la gota.

En la casa de las peon��as, la referencia a la flor est�� reforzada por el dibujo del suelo de la espaciosa sala en la que tienen lugar los bailes de la primera dama de la casa, una bailarina ciega que en su blanca faz, cual p��talo de una peon��a del Jap��n, luce una flor purp��rea. La bailarina, por su belleza y la 'toxicidad' de su interpretaci��n, bien puede considerarse una 'rosa maldita'.

sábado, febrero 19, 2005

Closer

Hola, aloh.
 

Para su retorno al cine, el veterano Mike Nichols ("��Qui��n teme a Virginia Wolf?", "El graduado", "Conocimiento carnal" o "Armas de mujer") ha elegido el drama teatral "Closer", de Patrick Marber, obra estrenada en Londres en 1997 y que recibi�� excelentes cr��ticas y varios premios. En Barcelona pudo verse bajo el t��tulo de "Acosta't" en un montaje de la directora brit��nica Tamzin Towsend con Angels Gonyalons, Ram��n Madaula, Alex Casanovas y Anna Ycolbazeta como cuarteto protagonista.

Dan (Jude Law) es un joven escritor, frustado novelista, que se gana la vida escribiendo necrol��gicas. Un d��a, camino del trabajo, el destino le hace coincidir con Alice (Natalie Portman), una joven americana que se gana la vida como camarera pero con un pasado de 'stripper'. Durante una sesi��n fotogr��fica, para las fotos promocionales de la novela que Dan ha escrito inspir��ndose en su convivencia con Alice, conoce a Anna (Julia Roberts) y entre ellos se aviva la llama de lo que acabar��n llamando amor, un amor que ir�� apareciendo y desapareciendo de sus vidas no sin antes producir un fortuito encuentro de Anna con Larry (Clive Owen) que acabar�� en matrimonio. Con los cuatro personajes en liza, la pel��cula deviene un constante intercambio de pareja con los dos hombres entrando y saliendo de la vida y cuerpo de las dos mujeres e invitando al espectador a participar de la catarsis liberadora de unos di��logos plagados de referencias sexuales que suplen la ausencia de escenas ilustrativas.

Cuatro personajes en constante guerra emocional que se utilizan unos a otros mientras buscan sin encontrar el para��so sentimental que su instinto animal se encarga de destruir cada vez que est��n a punto de conseguir la paz espiritual que dicen perseguir. Unos personajes emotivamente inestables y que mi taquillera favorita, mientras aburrida se rebull��a en su butaca, defini�� como "estos est��n as�� porque tienen mucho tiempo libre y pocas preocupaciones". Sea como fuere, mejor no tener que verse como los que deambulan por pantalla porque est��n 'tocados' y, lo m��s peligroso, disfrutan estando en el fango.

Nichols emplea elipsis temporales que confieren elegancia narrativa y sugieren que el tiempo no significa nada en absoluto en las relaciones de pareja. Los cuatro actores defienden su papel con buenas artes, destacando Natalie Portman por su presencia perfectamente ajustada al personaje y Clive Owen por esa mirada de animal apasionado que transmite durante sus di��logos (ambos levantan la pel��cula en el encuentro que mantienen en el reservado del club donde Alice hace moner��as agarrada a la barra) aunque Julia Roberts no se queda atr��s con su personaje y Jude Law consigue que nos preguntemos qu�� les da para conseguirlas (un toque de misterio entre tanta vacuidad). Sin embargo, la trama no consigue generar la necesaria empat��a entre personajes y espectadores (mi taquillera favorita y el infraescrito, por de pronto) resultando un balance negativo a la hora de evaluar el conjunto de la pel��cula.

Acabada la pel��cula, mientras bajaba hacia el vest��bulo me vino a la cabeza "Digging in the dirt", canci��n de Peter Gabriel del ��lbum "Us" (1992) que describe la atracci��n de algunas parejas por ir removiendo el fango de la relaci��n dado el gran placer les produce hacerse da��o mutuamente (no f��sicamente sino ps��quicamente), se supone que a cuenta de la satisfacci��n obtenida por la posterior reconciliaci��n. Para analizar este tipo de personajes, encuentro m��s interesante el disco de Peter Gabriel que la pel��cula de Mike Nichols. "Us" supone un descenso de espele��logo (cuerda, arneses y casco) a las rec��nditas cuevas en donde se oculta el lado m��s oscuro del amor y de la relaci��n de pareja desde el punto de vista personal y obsesivo del m��sico. La pel��cula, en cambio, viene a ser como cuando estamos esperando en la parada del autob��s y un desaprensivo cong��nere motorizado nos salpica de fango al pisar con su veh��culo el charco que el destino primorosamente ha situado en la calzada.

Iba tan absorto en mis pensamientos que no me d�� cuenta de que hab��a llegado al vest��bulo. Sin embargo, el murmullo de la tertulia que all�� hab��a me devolvi�� a la realidad. "Es gente moderna y viven de otra manera", le comentaba un primo a mi taquillera favorita refiri��ndose a los personajes de la pel��cula. Como era una reuni��n marcadamente familiar, hab��an venido unos primos suyos residentes en una poblaci��n vecina, no quise inmiscuirme en su conversaci��n as�� que me acerqu�� a las puertas del local y me entretuve mirando el cartel de "Closer" que, por cierto, me trajo a la memoria el cartel de "La delgada l��nea roja" (Terence Malick, 1998) y, por asociaci��n de ideas, la frase que acu���� tras haberla visto: "Existe una delgada l��nea roja que separa la cordura de la locura". Curiosa serie coincidencias y contrastes entre ambas pel��culas: los carteles tienen la misma idea conceptual (fascinante, sugerente y significativa), ambas pel��culas fueron el regreso a la direcci��n de sus directores, los personajes (urbanitas unos y soldados los otros) intentan sobrevivir en un entorno beligerante y sin sentido (sin embargo, en "Closer" la guerra se la buscan ellos mismos mientras que en "La delgada l��nea roja" transcurre en Guadalcanal durante la segunda guerra mundial) en un entorno selv��tico (selva urbana contra selva natural) en donde en cualquier momento puede aparecer el enemigo (en "closer" ellos mismos son su enemigo, que tiene m��s delito) y dar al traste con los planes de futuro de cualquiera lo que acaba conduciendo a una neurosis generalizada que volatiza la delgada l��nea divisoria y la locura acaba haci��ndose con la totalidad de la cabeza. M��s all�� de estas coincidencias, las pel��culas se separan dr��sticamente en el tratamiento pues mientras "La delgada l��nea roja" te encandilaba con sus im��genes "Closer" destila repugnancia.

"Closer" no fue plato de mi paladar pero me hizo recordar y me di�� que pensar. Menos es nada.

Un saludo desde el teclado.

martes, febrero 15, 2005

Million dollar baby

Hola, aloh.
 

En 1995, Clint Eastwood comentaba que los ejecutivos de las productoras (no es necesario especificar ninguna, se puede generalizar sin errar) ten��an "mentalidad de adolescente y hac��an cine para adolescentes". Otros ejecutivos, si no los mismos a los que se refer��a su comentario, no acogieron con alegr��a el proyecto de 'Million dollar baby' y pusieron menos dinero del habitual, o del solicitado por Clint Eastwood, por considerar que en el a��o 2004 una pel��cula de boxeo carec��a de gancho comercial. Lejano en el tiempo queda 'Rocky' pero a��n recuerdo que en un momento del combate final, con la sala a rebosar de p��blico, un espectador se levant�� de la butaca y grit�� a pleno pulm��n: "��Dale fuerte, Rocky!". Evidentemente, en nuestros d��as es dif��cil que alguien pueda estar tan metido en la pel��cula que llegue a olvidarse de que se encuentra ante una pantalla y no ante un cuadril��tero porque nadie va a 'levantarse' ante el riesgo de que se le caigan las palomitas o se le derrame el azucarado l��quido encubitado que est�� libando.

Puede que la historia tenga algunos momentos previsibles, puede que algunos personajes sean t��picos, puede que el mundo del boxeo haya sido explotado cinematogr��ficamente pero en 'Million dollar baby' lo previsible de la historia es una a��agaza para conseguir que nos confiemos, los personajes t��picos acaban siendo la argamasa que rellena los intersticios existentes entre los tres personajes principales de modo que el conjunto adquiere la consistencia de una pared maestra que sostiene una estructura dram��tica perfectamente dise��ada y encaminada a ganar por 'K.O. t��cnico' en una sencilla lecci��n de cine sin efectos especiales: historia, personajes, di��logos, iluminaci��n y encuadres.

'Million Dollar Baby' no es una pel��cula de boxeo pero utiliza el boxeo como met��fora para disertar sobre el combate que, consciente o inconscientemente, mantenemos contra la soledad. Al igual que un boxeador durante un combate, la pel��cula mantiene la guardia en alto mientras va soltando golpes con una mano para, una vez ganada nuestra confianza, dejar ir con la mano perezosa un golpe demoledor que le tumba a uno en la moqueta de la sala y cuando se recobra la consciencia, el cuadril��tero que hab��a en pantalla se ha convertido en una habitaci��n de la que parece imposible salir y que, ��oh! magia del cine, nos hace sentir como si estuvi��ramos mar adentro.

Clint Eastwood ha vuelto a confirmar que cada pel��cula suya es un valor seguro y de paso lanza el gancho de que en la vida "con ser duro no basta".

Un saludo desde el teclado.