Carambola. He llevado el coche a la revisión y he visitado el Garaje de Neil. Lo primero ha sido tangible, a base de cambio de marchas y tarjeta de crédito, todo sea por mantener activa la garantía del vehículo. Lo segundo ha sido intangible, a base de teclado y ratón, y aún ahora, mientras escribo estas líneas, colea ya que en cuanto me conecto a la red dedico una ventana del navegador a estar enlazado con el Garaje de Neil y así, de mientras navego, suena 'Living with war' de Neil Young. Todo sea por mantener la vertiente soñadora despejada, libre de arbustos doctrinales y exenta de malas hierbas anímicas.
Cuando conecté la primera vez, caramba, me sorprendió que el disco estuviera disponible para audición. En aquellos días, comprensiblemente, estaba como primicia. Luego, la línea de audición dió paso a una línea de aviso informando de la política de distribución que se iba a seguir. Dos días después, el disco volvió a estar disponible para audición. Ya no era primicia, era difusión pues muchas emisoras de radio americanas se habían negado a emitir las canciones del disco. Con sólo ver los títulos y la secuencia de las canciones del álbum se entiende perfectamente que todos, artista y circuitos de difusión tengan sus motivos; que, carámbanos, haberlos haylos. Contrastes en la denominada tierra de las libertades y de las oportunidades. Libertad de opinión para el artista: puede decir lo que piensa. Libertad de decisión para los medios: pueden decidir lo que difunden, ésta sí, ésta no, dependiendo, claro, de su opinión. Internet se apunta como medio de oportunidad, facilitando la difusión de aquella música que no encaja con la opinión de libertad de los medios establecidos.
Vivir en guerra es un hito al que se ha llegado después de haber denunciado expresivamente y reflexionado íntimamente. Véanse los puntos, temporales y líricos, de la trayectoria seguida.
Greendale (Agosto, 2003) La denuncia expresiva, megáfono en ristre.
Hay diferentes formas de contar una historia, de entrada tantas como medios y de seguido tantas como planteamientos. "Greendale" es, en apariencia, un lugar tranquilo. Una noche, en el límite del término municipal, en un control de carretera, el primo Jed, con el maletero lleno de costo, dispara sobre el agente Charmichael. Uno de los nuestros abatido por uno de los nuestros, un drama que se abate sobre la familia Green y desata la tormenta de medios sobre la tranquila población con el único de objetivo meter el dedo en la llaga. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?. Esto queda para quien escuche el disco (bajo, batería, guitarra y voz como elementos instrumentales de la narración), lea el cuardenillo ilustrado que acompaña la grabación, vea el vídeo de la actuación en el Vicar de Dublín (Neil Young, acústico y solo, rodeado de guitarras, contando los detalles de la historia al público y brindando por la memoria de GranPa), lea el apartado reservado en la página de internet del Garaje de Neil (incluye un plano interactivo de la población para ubicar terrenalmente los acontecimientos) o vea la película de mismo título. Una rama de juventud enganchada al consumismo (el primo Jed), unos medios obcecados en magnificar los dramas familiares (GranPa muere de infarto al mandar a paseo a los periodistas que habían tomado el patio de casa), un gobierno empecinado en espiar a todo el que presenta tendencias ecologistas (el FBI entra en el piso de Sun Green y mata al gato) y en echar tierra sobre los escándalos financieros, en especial los de empresas energéticas (Sun Green opta por encadenarse a la cabeza del águila que decora el vestíbulo de la Power Co. para, megáfono en mano, difundir su opinión: "Hay corrupción en las altas esferas", "Estáis todos salpicados", "No me creo lo que decís", "Power Co está conchabada con la Casa Blanca para paralizar nuestro estado con el miedo"). La joven Sun Green, socialmente convencida y activista defensora de la naturaleza, es la esperanza de la juventud presente. Cuando conoce al joven Earth Brown, no se lo piensa dos veces, se va con él a Alaska, en misión: han de salvar a la madre Tierra y han de llegar antes que la maquinaria pesada. Hay diferentes formas de contar una historia y todas ellas confluyen en dos fuentes de esperanza, una juventud capaz de reconducir los ángeles deprimidos que están cayendo por su peso y un diluvio, una lluvia de pensamiento, que empape la tierra y arrastre hacia el océano todo lo viejo y anquilosado que está enraizando en la forma de vida urbanita: sé el océano que se confunde con el cielo (puedes marcar la diferencia si realmente lo intentas), sé la magia de las auroras boreales (seis días... seis noches), sé el río que fluye sin estancarse (¡ha hallado un pez con tres ojos y huele fatal!), sé la lluvia de tus recuerdos (sé la lluvia, sé la lluvia). Sé la lluvia. No te seques, sé la lluvia. (** Nota: El CD de edición 2003 incluye un DVD con la actuación acústica, completa, en el Vicar St. de Dublin. El CD de edición 2004 incluye un DVD con fragmentos de la grabación del disco y de la película **)
Prairie wind (Septiembre, 2005) La reflexión intimista, lavada y extendida al viento.
Detrás queda un largo camino y queda mucho por recorrer. Si sigues tus sueños puedes acabar perdido. Tic, tac. Es el reloj de la pared. Sin duda alguna estamos perdiendo el tiempo. Indeciso y desgarrado se siente el soldado caído. En algún lugar, un senador está sentado en su silla de cuero ante una gran mesa de madera. El caribú que mató no significa nada para él, se limitó a coger su parte del pastel, lo mismo que los otros. Me levanto por la mañana y oigo el sonido de los pájaros en el tejado. Intento no hacer caso de lo que dice el diario y evito leer las noticias. Es un sueño, sólo un sueño y está desvaneciéndose, desapareciendo. No es más que un sueño, tan sólo un recuerdo sin lugar en el que permanecer. El viento de la pradera ulula en mi cabeza. Intenté explicarlo a los demás pero por un oído les entró y por el otro les salió. Esta vieja guitarra ha estado siempre conmigo. Cuanto más la toco, mejor suena. Ha viajado allá y acullá, ha arrancado sonrisas y lágrimas, ha compartido sueños y esperanzas y nunca ha estado fuera de lugar. Cuando Dios me trajo al mundo, ¿pensaba en mi país o en el color de mi piel?, ¿pensaba en mi religión y en cómo le rendiría culto?. ¿Fue, acaso, concebido sólo para creyentes o para fieles?. ¿Visualizó todas las guerras que se iban a librar en su nombre?. ¿Dejó dicho que sólo había un camino para llegar hasta él?. ¿Me dió el don de amar para que se me dijese a quien elegir?. ¿Me otorgó una voz para que alguien pudiera silenciarla?. ¿Me concedió una visión para que no supiera ver lo que está a la vista?. ¿Me dió el don de la compasión para que ayudara a mi semejante?. Si sigues tus sueños puedes acabar perdido, más que nada porque tus sueños te mantienen en tu camino independientemente de los embates de las circunstancias adversas y de los envites del entorno fácil. ¿Y si nadie más te ha seguido?. Si sigues tus sueños puedes acabar perdido. El artista observa su obra, mira a su alrededor y ve una gran sábana lavada y puesta a secar al viento de la pradera. El viento la mueve y, al fondo se ven dos graneros. La ropa sucia se lava en casa y se extiende al viento para que seque. Sin embargo, no es más que un sueño y está desvaneciéndose. Y no te extrañe que cuando despiertes te encuentres perdido, en ambos sentidos, adjetival y participial.
Living with war (Mayo, 2006) Recibido telegrama urgente. Contenido: asunción realista y alternativa positivista.
Sí, vivimos en el Jardín del Edén. No sé por qué nos empeñamos en echarlo por tierra. Sí, vivimos en el Paraíso. No sé por qué nos empeñamos en destruirlo. Hemos de regresar al jardín. Me uno a las multitudes, levanto mi mano en señal de paz, no me someto a las leyes de la implacable policía, hago el voto sagrado de no matar nunca más. Lejos, en las arenas del desierto yace una amante desesperada. La llaman la Reina del Petróleo. Hay tanto por descubrir. En aquellos días de conmoción y temor fuimos a liberarlos a todos. La Historia fue cruel juez del exceso de confianza, en aquellos días de conmoción y temor. En aquellos días de "misión cumplida", nuestro jefe aterrizaba sobre la cubierta y el sol poniente embellecía la foto. Cuando intentes llevar nuestro espíritu a casa, ¿loarás nuestras vidas como se merecen nuestros hijos y familias?. ¿Has visto las banderas de la libertad?. ¿De qué color son ahora?. ¿Crees que amas tus banderas más de lo que los otros aman las suyas?. La calle principal está llena de banderas que ondean al viento. Deben ser las banderas de la libertad. Incluso si Al Qaeda hubiese reventado nuestros diques ¿habría estado más segura Nueva Orleans bajo la protección de nuestro gobierno?. ¿O será que alguien no cumplió aquel día con su obligación?. América es hermosa pero tiene un lado repugnante. Estamos buscando un líder por todo el país. Estamos buscando un líder que tenga al Gran Espíritu de su parte. Ese alguien camina entre nosotros y espero que oiga esta llamada. Quizá sea una mujer o, ¿porqué no?, un negro.
Neil Young no es la única voz acompañada de guitarra que señala críticamente los deslices y avatares de dirigentes que, marcados por el estigma reincidente que muta el interés general en personal, siguen tropezando en piedras conocidas y arguyendo discursos aprendidos. Sin embargo, 'Living with war' lo hace claro y alto para que ninguna i se quede sin su punto. Parece que el rock no ha muerto. Puede que Bob Dylan sonría socarronamente y, posiblemente, Roger Waters brinde también por GranPa Green.
"Viviendo en guerra" aquí desde la butaca, se recibe alto y fuerte. Cambio.
Estamos preparando la gira. Cambio.
Esperamos. No tardéis. Cambio.
CSN&Y. Aún jóvenes, todavía nos llamamos así. Cambio y cierro.
Acabada la conexión transoceánica, es un buen momento para un brindis por el Gran Espíritu, viento de la pradera: ¡Por GranPa!. ¡Salud!...
Hola, aloh. Los comentarios y vivencias de un aficionado al cine, y a la música, que no puede ver todas las películas que le gustaría ni asistir a todos los conciertos que quisiera.
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