viernes, octubre 20, 2006

Hijos de los hombres

Título original Año Estreno Dirección País Duración S.O.Première
Auditori
V13Oct06 19:00
Children of men 2006 20 Octubre 2006 Alfonso Cuarón Reino Unido y USA 109 min.

 

Hola, aloh.

Viernes 13, no me tengo por supersticioso; en parte porque desconozco el significado de 'sticioso'. Octubre, buen mes; personalmente incremento en uno y horariamente se decrementa en una. 2006, un año tan bueno como pasado y, ojalá, no tanto como venidero.

Sitges es una aventura (llegas y a ver dónde y cómo aparcas), una emoción (estás y a ver qué entradas hay), una suerte (vas a ver qué cola hay y qué sitio pillas una vez dentro) y una lotería (se apagan las luces y a ver lo que sale por pantalla). Este año, no tengo queja: he podido aparcar sin problemas en la manzana del Auditori, las entradas las tenía reservadas por teléfono, las colas las he sobreseído en el bar del hotel tomando un cortado o visitando los servicios (pues al ir de cronista independiente, o sea solo, le pillé el tranquillo a la cola y a la zona de asientos) y las películas que he tenido oportunidad de ver me han mantenido el interés (eso sí, unas más que otras).

"Hijos de los hombres", de Alfonso Cuarón, ha sido una de las sorpresas de este año. Una vez sentado en la butaca e iniciada la película, la sala a rebosar, todos callados chitón durante la proyección aunque en algunos pasajes percibí el ánimo general de aplaudir mientras la película transcurría; tal era el espíritu que flotaba en la sala consecuencia derivada de planos secuencia como el del coche de los expedicionarios por el bosque o la subida de escaleras en medio de un combate en crescendo o el posterior descenso, capaz por contraste de arrancar una lágrima entre los más aguerridos combatientes y los más curtidos espectadores. La película abrió en panorámico pero, a poco de empezada, la percepción de realidad y la espectacularidad eran tales que tan sólo se percibía pantalla, tal como si hubiera sido cinemascope.

El guión de Alfonso Cuarón, Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hank Ostby; basado en la novela "Children of men" de P.D. James, marca hito: por esta vez la participación de cinco manos en pluma sobre una novela han conseguido una historia coherente, casi sin fisuras y convergente hacia un mensaje claro, actual y cercano que con la excusa de situar la acción en un futuro próximo, año 2027, habla del presente, de las circunstancias actuales que moldean nuestro futuro y de cómo las ideologías se entrometen entre las personas y sus actos desde un núcleo formado por factores candentes como la emigración, el medio ambiente y la fertilidad. En este mundo futurista, cada factor ha afectado al otro de forma muy negativa, empujando a la raza humana hacia una negra y definitiva marcha aunque la esperanza está en el Mañana, en el océano...

La trama gira en torno a la pregunta del millón: ¿Qué harías por un bebé en un mundo infértil durante 18 años?.

Los diálogos se permiten planteamientos filosóficos que explican la situación y reacciones a partir de conceptos contrastados tales como 'azar y fe', 'ying y yang' o 'Lennon y McCartney' antes de dejar caer la cuestión "¿porqué sentir malestar si la vida toma sus propias decisiones?".

La puesta en escena busca un estilo realista y por ello contiene multitud de secuencias largas, casi documentales, para así descartar los cortes rítmicos y la sensación de artificialidad que suponen los cambios de plano. Según el director, estas tomas largas reducen el tiempo de montaje y tienen una continuidad que ayuda al público a entrar de lleno en la historia desde el punto de vista del protagonista: "La cámara se convirtió casi en otra persona en el plató, una persona llena de curiosidad que sigue al personaje principal, una persona que se pone nerviosa, tensa. Esto sitúa al público en la atmósfera de la película y da una sensación de 'tiempo real' ".


Cuando el destino
nos alcance
(Soylent green)
1973
Richard Fleischer

Mad Max
1979
George Miller

Blade runner
1982
Ridley Scott

La chaqueta metálica
1987
Stanley Kubrick

Corazones de hierro
1989
Brian de Palma

Salvar
al soldado Ryan
1998
Steven Spielberg

 

Visualmente, la historia pasa por las etapas del hacinamiento y la marginación propios de quienes no ven futuro, de "Soylent green" (en las escenas de los campos de refugiados de la ciudad); el bandolerismo desquiciado de quienes tan sólo ven un progreso que se agota, de "Mad Max" (en la vibrante escena de la incursión en coche por el bosque); el ambiente decadente de una sociedad multiracial que sobrevive por inercia, de "Blade runner" (en el puesto de perritos calientes del campo de refugiados en que se encierran para poder moverse con libertad) para acabar transmutando su planteamiento de ficción realista en la más pura resolución militarista que bebe de las fuentes maestras de "La chaqueta metálica" (en la estructuración de la acción entre las ruinas habitadas), de "Salvar al soldado Ryan" (en la puesta en escena de la acción, cámara a pie por el edificio asaltado) y con el toque de 'sanguinario sin sentido' de "Corazones de hierro" (en la salpicadura de sangre en la cámara durante todo el largo plano secuencia del autobús abandonado) que magistralmente orquestadas consiguen una delirante ascensión a los infiernos desatados en las plantas del edificio con un llamativo sonido como única referencia en el caos de la batalla y que se resuelve con una silenciosa bajada a la calle auspiciada por un recién nacido salvoconducto que cual cayado identificador les abre paso entre el mar de soldados armados.

Tal como avanza el cartel, la película se presenta como un espejo que refleja la mentalidad de los espectadores y, partiendo de un par de noticias recientes, parece que el avance es el adecuado. A los pocos días del estreno, un político autóctono, en campaña autonómica, a la caza de votos en el más puro estilo 'boletaire' (buscador de setas) en temporada, propuso la implantación de un carnet del buen inmigrante y un líder instintivo nato allende del Atlántico se ha embarcado en la construcción de mil kilómetros de muro que separen los chicanos de sus unidos estados. Dos apuntes de realidad que o bien confirman el elemento reflejo base de la película, o bien plantean la cuestión reflejada: ¿se les habrá ocurrido a raíz de haber visto la película?. Cualquiera de las posibles respuestas produce escalofríos.

Un saludo desde el teclado.