jueves, noviembre 25, 2004

Te doy mis ojos

Hola, aloh.
 

En el espacio nadie puede o��r tus gritos. Esto, b��sicamente, es debido al vac��o existente, a la ausencia de aire que permita la propagaci��n del sonido. Sin embargo, la ausencia de aire no impide el desarrollo de especies hostiles que basan su supervivencia en la depredaci��n sistem��tica de quienes pueblan su entorno. Este planteamiento es el punto de partida de una ficci��n cinematogr��fica, Alien, representante m��xima del terror desmedido y del miedo a lo ignoto.

Desgraciadamente, la realidad supera la ficci��n.

Sin salir al espacio exterior, en nuestro mundo cotidiano, se desarrollan especies hostiles que basan su superviviencia an��mica en la depredaci��n sistem��tica, f��sica y ps��quica, de quienes confiadamente conforman el n��cleo de su entramado familiar. Este planteamiento es la base argumental de "Te doy mis ojos", de Ic��ar Bollain.

La l��nea argumental se erige como la curva de mejor aproximaci��n al numeroso conjunto de factores que delimitan el tormentoso entorno del maltrato conyugal. Los dos protagonistas, Laia Marull y Luis Tosar, terr��blemente cre��bles, encarnan la tipolog��a humana de las personas atrapadas en el inmenso espacio de los sentimientos encontrados y apenas delimitados por la delgada l��nea emocional que separa el amor del terror.

La pel��cula busca llenar de aire el vac��o espacio que parece mediar en la nada lejana galaxia de los maltratos para de este modo conseguir que los gritos de quienes all�� se encuentran atrapados puedan llegar al exterior y, as��, ser o��dos por quienes conviven al otro lado de la puerta que delimita y a��sla el domicilio familiar.

Cine planteado como documento de una cuesti��n social que, d��a s�� y otro tambi��n, los medios de comunicaci��n no dejan de recordarnos que, desgraciadamente, la realidad supera la ficci��n.

De visi��n recomendada, desde el teclado.