martes, diciembre 21, 2004

Sky Captain y el mundo del mañana

Hola, aloh.
 

Sentados en el muelle, en el borde de la bahía, con los pies colgando sobre la superficie del agua, mirando hacia la inmensidad del mar que se extiende ante nosotros enlazándose con el estrellado cielo del horizonte, es un buen momento para cerrar los ojos e imaginar que alguno de nuestros sueños se hace realidad.

Puede que, hace unos diez años, así se encontrara Kerry Conran. En su caso, cuando abrió los ojos empezó a dar forma a lo que había imaginado. Conran montó en su garaje todo lo necesario para realizar un cortometraje de ciencia ficción titulado "The World of Tomorrow (El mundo del mañana)". El corto, de unos seis minutos de duración, se convirtió en la tarjeta de presentación, en el núcleo estético y en la base de contenidos de los 106 minutos de la recientemente estrenada "Sky Captain y el Mundo del Mañana", escrita y dirigida, ¡cómo no!, por Kerry Conran. Previamente a su estreno comercial, 'Sky Captain...' fue la encargada de abrir el festival internacional de cine Sitges-04.

El rodaje con actores, ante una gran pantalla azul como único decorado, duró unos 20 días. La postproducción, el ensamblaje de los efectos digitales sobre el fondo azulado, duró casi un año. Esta proporción de tiempo se mantiene en el resultado final en donde gana por goleada el aspecto visual y técnico sobre la historia y los actores. Una técnica digital de ensueño y una fotografía fantástica de Eric Adkins, casi en sepia, son los puntales sobre los que se erige una imaginativa película estéticamente cuidada al mínimo detalle, con un poso de serial cinematográfico de los años treinta y en el más puro estilo del cómic de aventuras.

El paradigma de "Sky Captain y el mundo del mañana" es la tuerta capitana Franky Cook, por cierto una Angelina Jolie que en su breve aparición en pantalla se come con patatas a la mustia pareja protagonista. Tener dos ojos nos permite evaluar la profundidad de campo que nos confiere precisión en nuestra interacción con el entorno físico. Como ejemplo fehaciente de lo anterior basta intentar enhebrar una aguja con uno de los ojos tapados. Franky, a pesar de tener un sólo ojo, es capaz de pilotar un avión sumergible y de realizar una arriesgada proeza de precisión casi milimétrica con el handicap visual añadido de que la acción acontece en el fondo del mar. Con un sólo ojo se pierde la profundidad de campo pero eso no impide que un cerebro entrenado pueda actuar con precisión y efectividad. Conran, con el ojo técnico y estético ha compensado la deficiencia del ojo narrativo (historia) y artístico (actores) consiguiendo una arriesgada proeza de precisión casi milimétrica, quizá no emotiva pero indudablemente efectiva.

Sentados en el borde de la bahía, con los pies colgando sobre la calmada superficie del mar, cuando el chapoteo del agua contra el muelle incrementa su cadencia es el aviso de que se acerca una gran ola. Sentados en la butaca del cine, con los pies estirados para estar lo más cómodos posible, los avances de las próximas películas son un aviso de lo que se nos viene encima si nos quedamos allí sentados. En su día, George Lucas lanzó contra la tranquila superficie de la pantalla de cine el meteorito de su "Star Wars". Los anillos concéntricos generados por aquel impacto se han ido extendiendo y conformando hasta llegar a nuestros días. Una película como "Sky Captain" es el chapoteo indicativo de que el mundo del mañana digital ha amerizado en el océano de la producción cinematográfica, así que si nos encontramos soñando despiertos con los pies colgando sobre la superficie del agua mejor que nos vayamos preparando para la gran ola que se nos viene encima.

Un saludo desde el teclado.