martes, febrero 15, 2005

Million dollar baby

Hola, aloh.
 

En 1995, Clint Eastwood comentaba que los ejecutivos de las productoras (no es necesario especificar ninguna, se puede generalizar sin errar) ten��an "mentalidad de adolescente y hac��an cine para adolescentes". Otros ejecutivos, si no los mismos a los que se refer��a su comentario, no acogieron con alegr��a el proyecto de 'Million dollar baby' y pusieron menos dinero del habitual, o del solicitado por Clint Eastwood, por considerar que en el a��o 2004 una pel��cula de boxeo carec��a de gancho comercial. Lejano en el tiempo queda 'Rocky' pero a��n recuerdo que en un momento del combate final, con la sala a rebosar de p��blico, un espectador se levant�� de la butaca y grit�� a pleno pulm��n: "��Dale fuerte, Rocky!". Evidentemente, en nuestros d��as es dif��cil que alguien pueda estar tan metido en la pel��cula que llegue a olvidarse de que se encuentra ante una pantalla y no ante un cuadril��tero porque nadie va a 'levantarse' ante el riesgo de que se le caigan las palomitas o se le derrame el azucarado l��quido encubitado que est�� libando.

Puede que la historia tenga algunos momentos previsibles, puede que algunos personajes sean t��picos, puede que el mundo del boxeo haya sido explotado cinematogr��ficamente pero en 'Million dollar baby' lo previsible de la historia es una a��agaza para conseguir que nos confiemos, los personajes t��picos acaban siendo la argamasa que rellena los intersticios existentes entre los tres personajes principales de modo que el conjunto adquiere la consistencia de una pared maestra que sostiene una estructura dram��tica perfectamente dise��ada y encaminada a ganar por 'K.O. t��cnico' en una sencilla lecci��n de cine sin efectos especiales: historia, personajes, di��logos, iluminaci��n y encuadres.

'Million Dollar Baby' no es una pel��cula de boxeo pero utiliza el boxeo como met��fora para disertar sobre el combate que, consciente o inconscientemente, mantenemos contra la soledad. Al igual que un boxeador durante un combate, la pel��cula mantiene la guardia en alto mientras va soltando golpes con una mano para, una vez ganada nuestra confianza, dejar ir con la mano perezosa un golpe demoledor que le tumba a uno en la moqueta de la sala y cuando se recobra la consciencia, el cuadril��tero que hab��a en pantalla se ha convertido en una habitaci��n de la que parece imposible salir y que, ��oh! magia del cine, nos hace sentir como si estuvi��ramos mar adentro.

Clint Eastwood ha vuelto a confirmar que cada pel��cula suya es un valor seguro y de paso lanza el gancho de que en la vida "con ser duro no basta".

Un saludo desde el teclado.