sábado, noviembre 20, 2004

Alien vs Predator

Especial

Alien y otros gritos'

 

Hola, aloh.

"AvP: Alien vs. Predator", del director Paul W.S. Anderson.

Corr��a el a��o 1990 cuando en "Predator 2" apareci�� la cabeza de un Alien en la vitrina de los trofeos capturados por el cazador espacial de inspirada apariencia 'Rasta'.

En 1992, el pasqu��n de Alien 3 presentaba el rostro de la teniente Ripley con lo ojos cerrados en un intento de no ver el babeante Alien que ten��a a un dedo de su mejilla derecha.

2004, en el pasqu��n de AvP, con el ep��grafe de "Gane quien gane, nosotros perdemos" se nos muestra un Predator con la mano cruzada bajo la barbilla a modo de pistola, cual James Bond con licencia para matar, mientras de la parte superior se descuelga la cabeza de un Alien con la mercurial baba precursora de un nuevo fest��n devorador. Toda una declaraci��n de intenciones.

En los cr��ditos aparecen, en el apartado de producci��n, John Davis, Gordon Carroll, David Giler y Walter Hill. El tr��o Carrol-Giler-Hill ha participado en la producci��n de las cuatro pel��culas que componen la saga "Alien". O sea que nos encontramos ante un nuevo reto��o de los padres de "la criatura".

En cuanto a Ripley, despu��s de su resurrecci��n en "Alien 4" (1997), ha debido subir al cielo y, desde all�� sentada, debe entretenerse observando lo que ocurre en el mundanal negocio del entretenimiento.

Con estas perspectivas, mi taquillera favorita no estaba muy en paraje de entrar a la sala para ver la pel��cula. De hecho me confes�� que no hab��a visto las anteriores. Afortunadamente me mantengo en forma en el apartado 'persuasi��n' y consegu�� f��cilmente convencerla de que entrara conmigo. Cuando uno se enfrenta a lo desconocido es conveniente ir bien acompa��ado.

Estamos en el a��o 2004 y un sat��lite propiedad de industrias Weyland acaba de descubrir una radiaci��n t��rmica en la Ant��rtida. Charles Bishop Weyland, tras reclutar a los mejores especialistas del momento, se encamina hacia el misterioso punto caliente animado por un codicioso esp��ritu descubridor. Calor en la Ant��rtida es como un tigre en ��frica.

El destino final de la expedici��n resulta ser un complejo ballenero abandonado. De sus ��ltimos moradores s��lo se sabe que desaparecieron misteriosamente all�� por 1904. A seiscientos metros bajo el hielo encuentran una pir��mide mezcla de las culturas azteca, egipcia y camboyana.

En la pir��mide, de interior cambiante cada diez minutos una vez iniciada la actividad para la que ha sido concebida, se encuentra prisionera una reina Alien que cada 100 a��os es despertada de su letargo para que inicie la puesta de huevos que dar��n lugar a los aliens que servir��n de presa a los cazadores predators que entrar��n a exterminarlos como prueba final de su rito inici��tico.

Como es de recibo, un alien precisa de un hu��sped para iniciar la metamorfosis que le conducir�� a su fase adulta (un humano, un alien), siempre que consiga alimento (un alien, varios humanos).

Al complejo ballenero llegan tres predators. Antes de entrar en la pir��mide, conocedores de la aritm��tica Alien, se dedican a eliminar las opciones de suministro alimenticio as�� como las probabilidades de reproducci��n de los aliens. O sea, no dejan ni al apuntador entre todo el personal que ha quedado en el campamento base.

Una vez todos dentro de la pir��mide, hay una denodada lucha por los Humanos dado que tanto Aliens como Predators los necesitan para "sobrevivir". Desgraciadamente para los humanos, su supervivencia es inversa a la de los bandos en litigio.

El juego est�� servido. Al menos los espectadores estamos en mejor disposici��n que los pobres desgraciados que deambulan por la pantalla a disposici��n de presas y cazadores. La suerte est�� echada en este juego tripartito. El desenlace, en la sala de cine m��s pr��xima al lector.

Alien ha mutado y para el espectador se ha convertido en un videojuego en donde tan s��lo tiene la opci��n de apostar por el resultado final. ��Quien gana?. No lo digo pero ya nos han prevenido de que nosotros perdemos. Ahora bien, ese 'Nosotros' ��se refiere a los espectadores?.

En pantalla el combinado es suculento: una parte de saga Alien, una parte de saga Predator, una parte de 'Cube' (pel��cula de Vincenzo Natali, 1997), una dosis de aura 'Indiana Jones', un toque de 'Encuentros en la tercera fase', una pizca de 'Carrie', 101 minutos de duraci��n, ambientaci��n cuidada y un gui��o al androide Bishop ('Aliens' y 'Alien 3') que aporta luz informativa sobre el inter��s que la corporaci��n Weyland ha mantenido sobre los aliens durante toda su saga. ��Todo esto por el precio de una entrada!. Ahora bien, ese 'Nosotros' ��se refiere a los productores?.

Un mundo de posibilidades se abre de cara a la pr��xima entrega. Puede que sea de Alien, o de Predator, o de ambos u otra novedosa combinaci��n de cualquiera de ellos. Puede que sea, haciendo un s��mil con el mundo discogr��fico, como el resurgir de la ��poca dorada de CSN&Y (Crosby, Stills, Nash & Young) pero todo apunta a que se haya abierto una franquicia de comida r��pida.

Un saludo desde el teclado.