viernes, noviembre 05, 2004

Café y cigarrillos

Hola, aloh.
 

"Coffee and Cigarettes", caf�� y cigarrillos, de Jim Jarmush.

11 cortos, con el com��n denominador de personajes en torno a caf�� y cigarrillos en situaciones propias de Jim Jarmush.

Fumarse un cigarrillo o tomarse un caf�� son, en conjunto o independientemente, placeres del cuerpo en s�� mismos, sin entrar en consideraciones de lo que se sublima al fumar un cigarrillo o en la interpretaci��n psicol��gica del caf��.

Un cigarrillo o un caf�� son una medida de tiempo. Son momentos de respiro en los que la mente se evade en un intento, no siempre conseguido, de obtener una bocanada de tranquilidad mediante unos actos rituales como pueden ser el sostener el cigarrillo entre los dedos, agitar el caf�� con la cucharilla o concentrarse en la evoluci��n de las volutas de humo de cualquiera de ellos.

Un corto cinematogr��fico tambi��n es una medida de tiempo, de duraci��n tan variable como la que pueda tener un cigarrillo o un caf��. Esto ocurre con los once cortos que componen la pel��cula. Unos duran m��s que otros pero todos ellos saben bien y, como no, unos saben mejor que otros.

Blanco y negro. Blanco el cigarrillo, por el papel que lo envuelve y por humo que se eleva hasta desaparecer. Negro el caf��, porque sino no ser��a caf��. Historias filmadas en blanco y negro en las que gente, blanca y negra, conversa o simplemente est��, mientras toma caf�� y fuma. Sencillo pero muy sugerente y muy bien ambientado.

Personalmente me quedo con los momentos en los que no hablan. En particular, la historia de la joven que dosifica el az��car del caf�� hasta conseguir el punto ��ptimo para su paladar mientras ojea una revista y sostiene el cigarrillo entre los dedos dejando que el humo ascienda hasta desaparecer. Imagino que algo as�� le espera al objetivo de sus pensamientos; desaparecer, no s�� bien si de su cabeza o de la faz de la tierra pues la revista es un cat��logo de pistolas.

Al salir del cine me dirig�� a una cafeter��a e inici��, yo que soy del cortado sin az��car, una nueva etapa degustadora pidiendo un caf�� solo. Los cigarrillos, no obstante, los dejo para la pr��xima reencarnaci��n. Me basta con el humo ascendente del caf�� bien caliente.

Un saludo desde el teclado.