domingo, noviembre 21, 2004

Alien y otros gritos

Hola, aloh.

El estreno de "Alien vs Predator" ha revivido en mi interior toda una serie de recuerdos sobre el entorno de Alien. Un entorno que va m��s all�� de la cuesti��n meramente cinematogr��fica dado que se erige en icono de la lucha contra la adversidad, tanto en el plano psicol��gico como en el plano f��sico pues no hay medio m��s adverso que el vac��o espacio exterior y, a pesar de ello, Alien es una especie perfectamente orientada a sobrevivir en dicho medio hostil aunque sea a costa de llevar el terror al resto de especies de su entorno.

Un poco lo que viene ocurriendo en el h��bitat humano sin necesidad de salir al espacio.


Alien (1979, Ridley Scott)
 

En el espacio nadie puede oir tus gritos.

La adversidad se cierne sobre los siete tripulantes de la nave Nostromo en forma de una criatura alien��gena que los va diezmando sistem��ticamente.

En un cine en proyecci��n s��lo se dispone de la pantalla como punto de luz. Todo lo dem��s es una gran sala de paredes altas que no parecen tener fin dada la penumbra reinante durante la proyecci��n. Un ambiente perfectamente recreado en las bodegas de la nave Nostromo por donde deambula el alien entre los sonidos de la tripulaci��n y los ruidos de la actividad de la nave.

En el supuesto de que el espectador quiera liberarse del miedo que le producen las im��genes que est�� viendo proyectadas puede optar por desviar la mirada de la pantalla. En este caso se encuentra con un entorno muy parecido al que est�� intentando evitar. Y como el miedo a imaginar es mayor al miedo a ver, no queda m��s remedio que volver la vista a la pantalla.

Si el espectador opta por taparse los ojos, el sonido ambiente le recuerda que sigue en la nave. Y como el miedo de suponer es mayor al miedo de ver, no le queda m��s remedio que volver la vista a la pantalla.

Si el espectador opta por cerrar los ojos y taparse los o��dos puede que consiga el silencio que le permita un poco de sosiego. Estas condiciones de aislamiento no pueden mantenerse indefinidamente con lo que llega un momento que o mira o se destapa los o��dos. Muy posiblemente coincida con una de las espeluznantes actuaciones depredadoras del alien.

El terror aparece en su forma m��s espeluznante. La pantalla del cine se convierte en un foco de miedo, espanto y pavor que hipnotizan al espectador atra��do por el af��n de conocer el aspecto del alien��gena. Cuanto m��s sabemos sobre el alien menos tripulantes quedan. Y cuando no quede ning��n tripulante, ��saltar�� a la platea?.

Una historia de cine para ser degustada en una sala de cine.

El descubrimiento.

Partiendo de la idea de que no estamos solos en el universo se elabora el pausado descubrimiento de c��mo un complejo proceso evolutivo puede conducir a una ��ptima adaptaci��n al medio hostil.

La adolescencia.

La teniente Ripley vive una nueva adolescencia en donde, sin saber bien hacia d��nde se est�� encaminando, inicia los pasos en la direcci��n que marcar�� su vida futura a partir de seguir los impulsos m��s primarios de supervivencia al experimentar las consecuencias de sus propias decisiones en un mundo que parece estar determinado por unas reglas ajenas a su manera de entender.


Aliens (1986, James Cameron)
 

Otro glorioso d��a en el ej��rcito.

En su d��a, los tripulantes del Nostromo aterrizaron en el planeta LV-426 y recogieron, sin percatarse, el especimen Alien que espacir��a el terror por la nave y que cambiar��a el rumbo de la vida personal y profesional de la teniente Ripley.

Ahora, Ripley regresa al planeta LV-426 como asesora de un grupo de marines enviado como consecuencia de la p��rdida de comunicaci��n con la colonia que all�� se estableci�� hace cosa de veinte a��os. Ripley se encuentra en el segundo estadio de la actitud ante la adversidad: recelo ante la sospecha de que ah�� no queda eso.

Esta vez Ripley cuenta con su experiencia pasada y con el apoyo de una fuerza de choque dotada de los ��ltimos adelantos tecnol��gicos y armament��sticos. Sin embargo, los aliens "juegan en casa". Cuando comienza el encuentro, no es precisamente un partido de f��tbol pero el espect��culo est�� servido.

Un espect��culo de cine desde, para y por el cine.

M��s all�� del espect��culo cinematogr��fico cabe plantearse la pregunta: ��Puede el inter��s privado imponer la fuerza de las armas al instinto de supervivencia?. Quiz�� Aliens debiera ser de visionado obligado en las academias, tanto civiles como militares.

La eclosi��n.

El proceso reproductivo puede ser complejo pero ello no impide que se alcance una gran poblaci��n en el momento que se dan las circunstancias adecuadas. La eclosi��n marca el crecimiento de la especie mejor adaptada hasta que alcanza el equilibrio din��mico vital con el entorno.

La juventud.

Tras su primera experiencia adolescente, Ripley confirma que sus percepciones son tanto o m��s v��lidas que las de los dem��s cuando nuevamente se enfrenta a multitud de adultos de las dos especies que pueblan su mundo. Los intereses personales contra los intereses de los dem��s. El largo camino de la juventud.


Alien 3 (1992, David Fincher)
 

Control de rumores: "Es lo que hay".

La nave de salvamento ha ca��do en Fiorina 161, planeta inh��spito y apartado de las rutas comerciales, que act��a como presidio de m��xima seguridad en d��nde se lleva un mon��stico estilo de vida.

Control de rumores, transmitiendo la verdad: "Es cierto que ha llegado una mujer".

La teniente Ripley no s��lo debe aceptar el hecho de que se encuentra un callej��n sin salida sino que, adem��s de la problem��tica situaci��n de ser una mujer entre presidiarios, existe la posibilidad de que su mayor pesadilla pueda hacerse realidad.

Control de rumores: "Si naciste para martillo del cielo te llueven los clavos".

Ripley se encuentra en el tercer estadio de la actitud ante la adversidad: la asunci��n de la situaci��n. Con esta baza a su favor se enfrentar�� nuevamente al terror intestino de su m��s ��ntimo adversario.

Alien 3 no acostumbra ser plato de buen gusto la primera vez que se toma, sin embargo, una vez ingerido y con el tiempo conveniente para su digesti��n acaba convirti��ndose en una sugerente referencia que incita a su posterior revisi��n.

La senda.

El instinto gu��a a las criaturas por la senda de vida. Llegado el momento del retiro, espiritual o mundano, todas buscan un lugar apartado en las que encontrar el deseado, y no siempre alcanzado, descanso.

La madurez.

Ripley asume que las cosas son como son si no has podido encontrar el resorte que conduce al cambio. Y llegado el momento decisivo, no duda en seguir actuando de acorde con sus principios evitando caer en la enga��osa tentaci��n de aceptar los deseos que no ha podido conseguir por s�� misma. La asunci��n de la adversidad no conlleva la rendici��n sino que compensa la p��rdida de impulso juvenil. La experiencia y el conocimiento adquiridos conforman la raz��n que se sobrepone al impulso.


Alien Resurrecci��n (1997, Jean-Pierre Jeunet)
 

��Que me quede como estoy!

Nos encontramos en la nave cient��fica USM Auriga.

A��os depu��s del sacrificio supremo de Ripley en el planeta Fiorina 161, aceptando su cruz y arrastrando con ella el estigma del mal con el objeto de liberar al resto de sus cong��neres del miedo y del terror, se plantea el hecho de que la ciencia est�� en disposici��n de consumar la resurrecci��n de la carne, aunque dejando en ese camino siete espantosos fracasos. Las t��cnicas de clonaci��n han permitido la obtenci��n de una r��plica perfecta de Ripley y, por extensi��n, de la reina Alien que albergaba en su interior.

Sin embargo la autocomplacencia de los humanos en su conocimiento cient��fico se topar�� de bruces con el hecho innato de que la vida se abre camino. Dos alien contenidos en la misma cabina-probeta de laboratorio se miran un instante y el instinto les indica el camino de salida: uno de ellos destroza al otro, la sangre ��cida del moribundo disuelve el metal del suelo y as�� queda abierta la caja de los horrores.

El desenlace final muestra c��mo es m��s f��cil que un Alien pase por el ojo de una aguja que la corporaci��n Weyland consiga hacerse con el control de un Alien.

El tr��nsito.

Se habla de la vida, se habla de la muerte y se habla del tr��nsito de una a la otra. De lo primero podemos comentar y, conforme vamos ganando conocimiento al respecto, matizar. En cambio, m��s all�� de ello todos los comentarios pueden ser v��lidos dado que poco o casi nada se puede rebatir con conocimiento de causa sino es entrando en el campo abonado de la fe y de las creencias.

El descanso.

��Es posible devolver la vida a quien no est�� entre nosotros?. ��Es factible?. ��Es adecuado?. ��Es conveniente?.


Alien vs Predator (2004, Paul W.S. Anderson)
 

Gane quien gane, nosotros perdemos.

La acci��n se sit��a en el planeta Tierra en el a��o de gracia de 2004. Un sat��lite propiedad de industrias Weyland acaba de descubrir una radiaci��n t��rmica en la Ant��rtida. El magnate Charles Bishop Weyland, tras reclutar a los mejores especialistas del momento, se encamina hacia el misterioso punto caliente animado por el est��mulo de descubrir el secreto que all�� se esconde y poder aplicarlo en su beneficio empresarial.

El destino final de la expedici��n resulta ser un complejo ballenero abandonado. De sus ��ltimos moradores s��lo se sabe que desaparecieron misteriosamente all�� por 1904. A seiscientos metros bajo el hielo encuentran una pir��mide mezcla de las culturas azteca, egipcia y camboyana.

En la pir��mide se encuentra prisionera una reina Alien que cada 100 a��os es despertada de su letargo para que inicie la puesta de huevos que dar��n lugar a los aliens que servir��n de presa a los cazadores predators que entrar��n a exterminarlos como prueba final de su rito inici��tico.

La llegada al complejo de tres predators sentencia el inicio de una denodada lucha, a tres bandas, aliens, humanos y predators, por la supervivencia y, sobre todo, por salir de la pir��mide.

La mutaci��n.

La vida se abre camino adapt��ndose al entorno mediante mutaciones consistentes en hacer propias las ventajas de los dem��s y, sobre todo, la de los enemigos naturales. Es v��lido para un virus, para un Alien y para la industria del entretenimiento.

La descendencia.

El recuerdo de quienes han influido en nuestras vidas se mantiene vivo en nuestro interior pero siempre es de agradecer un agente externo que avive la llama del recuerdo y evite que el soplo del olvido la extinga. Puede ser una fotograf��a, puede ser una estampita, puede ser un crucifijo o puede ser un videojuego.


 

Un saludo desde el teclado.