lunes, enero 24, 2005

La memoria de los muertos

Hola, aloh.
 
Heme aquí redactando la crónica de "La Memoria de los Muertos", de título original "The Final Cut", película del director jordano Omar Naïm, cuando a fecha de la publicación vía e-mail de este escrito aún no se habrá estrenado en las salas comerciales. ¿Quiere esto decir que estoy tocado por una gracia inspiradora, anticipadora y pre-cognitiva?. Nada más lejos de la cruda realidad. La explicación es tan sencilla como que asistí al pase de la película en una de las sesiones nocturnas del festival de Sitges-04. Al leer esta mañana en la prensa que se está preparando el pre-estreno y habiendo visto por televisión los anuncios de la campaña promocional se me han reactivado los recuerdos y he pasado a la redacción de la crónica como ejercicio de aplicación directa del uso y disfrute de la memoria, potestad de los vivos.

Recuerdo que me llamó la atención "The Final Cut" por su coincidencia, no más allá del título como pude comprobar, con el disco homónimo de Pink Floyd. Siguiendo la táctica habitual de las distribuidoras de cambiar el título original para adaptarlo a las características intrínsecas del mercado nacional, en las vallas publicitarias del festival aparecía el cartel de "La Memoria de los Muertos" de modo que asistí al pase de la película convencido de que eran dos películas distintas.

En una de las publicaciones diarias del festival apareció una reseña del propio director explicando cómo surgió la idea de la historia: "Estaba montando un documental para mi licenciatura en la universidad y, en él, buscaba de manera inocente, la objetividad. Se supone que el documental es el género más objetivo que existe, pero eso es un mito porque es un instrumento perfecto para manipular. En ese momento, estaba muy lejos de mi familia y se me había ocurrido filmar entrevistas con mis familiares para que mi recuerdo de ellos permaneciera. De estas dos ideas salió la película."

Los implantes Zoë, de EYE Tech, se colocan en el cerebro de los recién nacidos y son capaces de almacenar las imágenes y los sonidos de toda una vida. Es un producto caro, al alcance de las familias pudientes, pero eso no quita que algunas familias de clase media se sacrifiquen económicamente para poder dar a sus primogénitos la posibilidad de disponer de un implante de manera que ocurrido el óbito del portador del chip, la corporación Zoë ofrezca los servicios de un montador que realice un documental, a partir de la selección de recuerdos de la vida del finado, que será estrenado el día del funeral y cuyas copias serán entregadas a los familiares y amigos asistentes.

Alan Hackman (Robin Williams), persona solitaria y reservada, es el mejor montador en nómina de EYE Tech. Su fama de buen profesional del montaje es conocida dentro y fuera de la corporación. Para Alan, su trabajo es una extensión de su forma de vida. Sabe cosas que no debería de saber, conoce la cara oculta de sus clientes y mantiene un reservado silencio al respecto de todo ello; al igual que mantiene bien oculto en su memoria un secreto inconfesable sobre un desgraciado accidente acaecido en su infancia y que forma parte de su vida íntima.

Un día, mientras revisa el material audiovisual del implante de un ejecutivo, descubre algo que le perturba hasta el extremo de iniciar una investigación que le llevará a cuestionarse si realmente no ha errado en el modo de plantearse su actitud en la vida.

El montaje es uno de los pilares de toda película. Una vez filmadas las diversas escenas, el estilo narrativo y el carácter emotivo de la película resultante se fraguan en la mesa de edición. "La Memoria de los Muertos" plantea un juego de imágenes al relacionar el montaje de los recuerdos contenidos en el implante con el montaje de una película. Además, con una puesta en escena contenida, sencilla y desprovista de efectos especiales la historia nos lleva de la mano por la cerebral actividad de la selección de información que todos y cada uno de nosotros realizamos instintivamente para adecuarnos a las circunstancias de nuestro entorno. De este modo, una potencial película de ciencia-ficción se convierte en una de ficción-reflexión al presentarnos en pantalla grande cómo nuestro cerebro actúa cual profesional montador ante su mesa de edición para encajar la realidad en el patrón de nuestro modo de vida. De cara al espectador, el detonante de la reflexión es la conversación que uno de los asistentes al pase del montaje final mantiene con el protagonista sobre el hecho de que él recordaba la barca de pesca de un color distinto al que aparece en el documental póstumo. La memoria nos juega malas pasadas al cambiar de color la barca o la ubicación de ciertos objetos, todo ello, eso sí, encaminado a conseguir un recuerdo más emotivo y, por tanto, más retentivo.

Se supone que un documental es un género objetivo pero el simple hecho de seleccionar las imágenes que aparecen ya es síntoma de manipulación. El montaje es en sí una manipulación de los hechos orientada a conseguir una respuesta en el espectador. La memoria es el documental que nuestro cerebro elabora a partir de las ingentes percepciones sensoriales que recibe. El recuerdo es el montaje final que resulta del tratamiento de la memoria y no debería extrañarnos que nuestros recuerdos puedan estar alterados respecto a la realidad, sobre todo cuando no disponemos de un implante Zoë que permita dejar constancia del verdadero color de la barca de pesca.

Es siempre recomendable ocupar nuestra butaca antes del inicio de la película pero en el caso de "La Memoria de los Muertos" aún lo es más porque las primeras imágenes nos sitúan en el origen del recuerdo que va a marcar la actitud del protagonista desde su infancia hasta el desenlace final, cuando el visionado del montaje definitivo ("The Final Cut") nos muestra los cambios introducidos por los interesados entresijos de la memoria. Puede que la verdad nos haga libres pero la libertad está casi siempre asociada a la muerte, reflexión ésta que experimenta en propia piel Alan Hackman y muchos de nosotros experimentamos cada día ante los noticiarios.

Un saludo desde el teclado.








domingo, enero 09, 2005

R.E.M.: Nuevas Aventuras en el Sector 124

Hola, aloh.
 

Cual atletas en la prueba de triple salto, tras la carrerilla tomada durante la segunda mitad de 2004 todos hemos ya cumplimentado los tres saltos preceptivos, NocheBuena, NocheVieja y NocheReyes, y nos encontramos en el aire buscando alcanzar la mayor distancia posible amparados en el impulso adquirido y dispuestos a dejar atr��s la cuesta de Enero, Febrero y los meses que les sigan.

En pleno vuelo plusmarca observo la muesca que el calendario presenta en el Domingo 9 Enero 2005, fecha de la reuni��n organizada en el Palau Sant Jordi con motivo de la actuaci��n de R.E.M. (Rapid Eye Movement), grupo oriundo de una ciudad de Giorgia llamada Athens (Atenas, pero sin acr��polis --no, no es una prima--) que empez�� su andadura discogr��fica all�� por 1981 y que en 2004 ha editado un controvertido "Around The Sun" que ha servido de comidilla para cr��ticos de ��ltima hornada y otros espec��menes sospechosos de simpatizar con el bando proclive a invasiones preceptivas orientadas a mantener decorativos arbustos sobre los recursos petrol��feros.

Con la entrada comprada con tres meses de antelaci��n (fruto de una rocambolesca operaci��n de compra-venta en la que sin saberlo particip�� el mism��simo Peter Gabriel), tras haber degustado auditivamente 23 discos del inicialmente cuarteto reconvertido a tr��o desde 1995 por avatares de un aneurisma, con la espina de no haber asistido a la ��ltima visita que hicieron a BCN hace diez a��os cuando a��n eran cuatro y con el regusto de no haber podido ver culminado el cambio que promovieron junto con otros m��sicos en la gira 'Vote for Change' no era cuesti��n de dejar pasar la ocasi��n de ocupar el asiento que nos esperaba, nosotros tambi��n ��ramos tr��o de ases, en el sector 124, fila 18, del Palau Sant Jordi.

La Vanguardia del d��a ya informaba que no habr��a cortinas malabares pues todo el papel estaba vendido y que el plan de vida de los m��sicos era viajar de noche entre concierto y concierto; as�� que ��bamos preparados para padecer estrechuras en un concierto de ajustada duraci��n contractual.

Sobre las 19:00 (a las 20:00 actuaba el artista invitado) nos encontr��bamos detenidos ante el sem��foro que regula el acceso a la avenida de subida al Palau. Hasta aqu�� todo normal, no era cuesti��n de llegar y que estuviera verde. Sin embargo, observ��bamos at��nitos c��mo ante nosotros, al otro lado del sem��foro, todos los carriles estaban ocupados por coches que abandonaban la monta��a. ��Qu�� estaba pasando?. ��C��mo es que en vez de subir, bajaban?. La fatalidad hab��a querido que en el vecino estadio ol��mpico se hubiera celebrado un partido de liga. As�� que sufrimos un desv��o t��cnico que nos hizo subir, bajar y dialogar con los abnegados guardias urbanos que velaban por el cumplimiento del plan maestro de evacuaci��n. La norma era simple, tal como reza sobre las puertas del metro: "Antes de entrar, dejen salir".

Una hora m��s tarde ya nos encontr��bamos aposentados en nuestras reservas y en el escenario aparec��a un despejado Michael Stipe para presentar al artista invitado, Joseph Arthur, quien pertrechado de una guitarra ac��stica inici�� el tiempo musical de espera. El cantautor Joseph Arthur fue 'descubierto' por Peter Gabriel a mediados de los 90s pero aparte de esta rese��a enciclop��dica, que enlaza con nuestro promotor de entradas, poco m��s sab��amos del buen hombre. A partir de la segunda canci��n se dispararon las alarmas auditivas: en el escenario s��lo estaba ��l con su guitarra pero se o��an m��s instrumentos y ��hasta hab��a coros!. El misterio se desvel�� r��pidamente cuando vimos que los instrumentos y coros eran grabaciones que el propio artista realizaba durante la interpretaci��n del tema y que mediante unos pedales iba dosificando mientras su inicialmente ac��stica guitarra evolucionaba a distorsionada el��ctrica, pasando por estridente teclado y otros variados instrumentos. Un aut��ntico hombre orquesta que cuando se pon��a en plan enchufado explorador llegaba a ser hasta molesto para unos o��dos poco avezados en la m��sica experimental. Cuando se retir��, la mujer que hab��a a mi derecha no pudo por menos que decir: "Anda hijo, descansa un poco y d��janos tranquilos". A pesar del ruido que llegaba a generar cuando se electrificaba fue una buena experiencia poder apreciar, en vivo y en directo, c��mo se montaba las mezclas complementarias conforme iba desarrollando la canci��n.

Tras la retirada del artista invitado, y con las luces encendidadas nuevamente, pude confirmar que nos encontr��bamos en la zona muerta entre los bloques de altavoces frontales y laterales con lo que estaba claro que no dispondr��amos de buena audici��n. No obstante dispon��amos de buena vista sobre el escenario lo que nos compensaba de no disponer de binoculares. Durante la espera, tambi��n sufrimos el despliegue tecnol��gico de los ocupantes de la fila anterior que no paraban de sacar fotos con su c��mara digital, pero elev��ndola y movi��ndola por encima de sus cabezas con lo que cada vez que sacaban una foto nos tapaban la visi��n. En el paroxismo multimedia, uno de ellos permanec��a de pie, hablando por el m��vil, en la mano derecha, mientras intentaba identificar en la pista a su interlocutor para hacerle una foto con la c��mara que sosten��a en la mano izquierda. Afortunadamente, a poco de empezar el concierto se agotaron las bater��as de la c��mara digital con lo que hubieron de conformarse con la mensajer��a de los m��viles y nos dejaron en campo visual expedito.

A las 21:18, con un retraso del pico sobre la hora anunciada, se apagaron las luces y autom��ticamente se elev�� el rugir del p��blico asistente. Los api��ados integrantes del 'Fosar del Palau' iniciaron su r��tmico ritual de elevaci��n de brazos, los focos iluminaron el escenario y aparecieron los m��sicos que prestamente se ubicaron ante sus instrumentos. All�� estaban, Michael Stipe (Voz), Peter Buck (guitarra) y Mike Mills (bajo, dobles voces y un poco de teclado), acompa��ados por Bill Brieflin (bater��a), Ken Stringfellow (teclados) y Scott McCaughey (guitarra). El cantante y cabeza visible del grupo iba trajeado y tocado con una gorra. Cuando alcanz�� su micr��fono, lo tom�� con la zurda mientras con la diestra arroj�� la gorra al p��blico, deslumbrando a la asistencia con tan taurino gesto y con el reflejo que las luces experimentaron en su despejada cabeza dejando bien a la vista el maquillado antifaz estilo 'Mr. Incre��ble' que cual pintura de guerra decoraba su rostro mientras la guitarra daba entrada a la canci��n que dejaba claras las intenciones desde la primera estrofa:

"The time to rise has been engaged
 You're better best to rearrange
 I'm talking here to me alone
 I listen to the finest worksong
 Your finest hour"

Tras un bloque de 18 canciones, el cantante estaba ya en camiseta y s��lo le faltaba subirse a la chepa del bater��a, incluso hab��a llegado a seguir el ritmo d��ndose palmadas a dos manos en el est��mago subido a uno de los chivatos del escenario mientras el resto de m��sicos elaboraban el pasaje instrumental buscando la religi��n perdida. As�� las cosas, a las 22:41 se retiraron durante tres largos minutos sostenidos por incesantes coreos del p��blico asistente para reaparecer recompuestos de nuevos br��os e indumentarias para un segundo bloque de 6 canciones que no di�� pie a m��s concesiones por parte de los artistas pues las luces del recinto se encendieron a las 23:12 cuando a��n flotaban los ecos de los "Yeah, yeah" de la coreada semblanza al lun��tico Andy Kaufman mezclados con un "Gracies Barcelona" como ��ltimo verso a��adido para la ocasi��n.

Todo trabajo fino tiene su despegue de inicio. El animal que hay en m�� es como un chico junto al pozo que en estos d��as mueve el tren de alta velocidad y si bien cualquiera puede herir los que est��n al margen pueden reconocer que no tienen miedo, as�� que no te dejes caer sobre m�� como consecuencia de una vida imitada. Me gustar��a estar equivocado pues todo el mundo susurra una canci��n que no comprendo y que no es lo que m��s deseo. Es la gota que colma el vaso y me est�� haciendo perder la religi��n cuando intento caminar sin miedo por un estilo de vida que da para escribir un libro. ��Est��s en onda o sigues emperrado en exhumar a McCarthy?. Dejar Nueva York no es f��cil, puede que te rieras si te dijese que me jubilo anticipadamente pero puede que me dedique a disc-jockey, ya sabes, "Mott The Hoople y el Juego de la Vida", o mejor a��n, puedo probar fortuna en alguno de los innumerables concursos televisivos para as�� emular los tiempos del lun��tico Andy Kaufman.

Un saludo desde la fila 18.

 

Lista de canciones
NumT��tulo��lbum
01Finest WorksongDocument (1987-09)
02DepartureNew Adventures In Hi-Fi (1996-09)
03Begin The BeginLifes Rich Pageant (1986-07)
04AnimalThe Best Of REM In Time 1988-2003 (2003-10)
05Boy In The WellAround The Sun (2004-10)
06These DaysLifes Rich Pageant (1986-07)
07High Speed TrainAround The Sun (2004-10)
08Everybody HurtsAutomatic For The People (1992-07)
09The OutsidersAround The Sun (2004-10)
10Fall On MeLifes Rich Pageant (1986-07)
11AftermathAround The Sun (2004-10)
12Imitation Of LifeReveal (2001-05)
13I Wanted To Be WrongAround The Sun (2004-10)
14The One I LoveDocument (1987-09)
15Final StrawAround The Sun (2004-10)
16Losing My ReligionOut Of Time (1991-03)
17Walk UnafraidUp (1998-10)
18Life And How To Live ItFables Of The Reconstruction (1985-06)
Bises
 
19What's The Frequency, Kenneth?Monster (1994-09)
20Exhuming McCarthyDocument (1987-09)
21Leaving New YorkAround The Sun (2004-10)
22Permanent Vacation(��In��dita!)
23I'm Gonna DJ(��In��dita!)
24Man On The Moon Automatic For The People (1992-07)

sábado, enero 08, 2005

El expreso digital

Hola, aloh.
 

"Polar Express" es una pel��cula, que no la ��nica, de producci��n digital, gestada en un ordenador sin necesidad de utilizar el tradicional sistema de rodaje que contempla sistemas ��pticos, qu��micos y mec��nicos para grabar en soporte fotogr��fico las im��genes. El soporte de pel��cula fotogr��fica se ha empleado para la distribuci��n en las salas comerciales.

"Es importante saber el destino del tren, pero m��s a��n decidirse a subir en ��l", le dice el revisor del 'Polar Express' al chico protagonista cuando ��ste se baja del tren despu��s de haber vivido una m��gica aventura navide��a. Las palabras del revisor, en boca de Tom Hanks, pueden sacarse del contexto del cuento sobre la reafirmaci��n del poder de la ilusi��n y aplicarse al proceso de producci��n de una pel��cula.

Hace tiempo que el expreso digital recorre los copados parajes de la producci��n cinematogr��fica, recogiendo a todos aquellos que deciden subirse a ��l para vivir experiencias casi religiosas en un nuevo entorno en el que inform��tica y tecnolog��a comparten asiento con artistas y actores. La evoluci��n ferroviara, locomotoras y vagones, es aplicable a la evoluci��n del expreso digital. Si antes eran imponentes locomotoras a vapor alimentadas por carb��n (c��maras y efectos fotogr��ficos), ahora tenemos estilizadas y veloces locomotoras el��ctricas (ordenadores y efectos digitales). Un buen ejemplo de c��mo se ha evolucionado del tangible y manipulable carb��n (pel��cula fotogr��fica) al et��reo, pero electrocutador, concepto de BIT (ordenador digital).

En el apartado de combustible o fuente de energ��a, lo que el carb��n y la electricidad han sido para el expreso ferroviario, las entregas de "La Guerra de las Galaxias" han sido para el expreso digital. Cada nuevo episodio de "La Guerra..." ha servido de cat��logo de nuevas tendencias en moda digital para la temporada de producciones cinematogr��ficas que ha seguido al esperado estreno. As�� pues, si en el expreso de anta��o se aumentaba la velocidad al grito hecho de "��M��s madera!" en el expreso digital el grito de avance es "��Nuevo Episodio!".

El ciclo vital de una pel��cula pasa por las etapas de concepci��n (idea, argumento y gui��n), producci��n (reparto, rodaje, postproducci��n, montaje y mezclas), distribuci��n (copias para su visionado en salas comerciales), exhibici��n (salas de estreno y reestreno), circuito dom��stico (videoclubs y DVD's) y circuito televisivo (TV de pago y TV en abierto).

Los circuitos dom��stico y televisivo son rentables complementos de la explotaci��n comercial de la pel��cula mientras que el n��cleo vital cinematogr��fico propiamente dicho queda delimitado por las etapas de concepci��n, producci��n, distribuci��n y exhibici��n. En este n��cleo, el expreso digital va ganando viajeros y consolidando recorridos.

La concepci��n de una pel��cula parte de la idea base sobre la que se estructura el argumento que sirve de columna vertebral del gui��n cinematogr��fico que es la representaci��n escrita de la pel��cula final. El gui��n viene a ser como la 'Visi��n preliminar' que el procesador de textos ofrece para que veamos el aspecto del documento sin necesidad de imprimirlo, equivaliendo la impresi��n del documento al rodaje de la pel��cula. En esta etapa puede concluirse que la incidencia del expreso digital no va m��s all�� del procesador de textos que se haya utilizado para la generaci��n de los documentos.

La producci��n es un apartado en el que cada vez m��s el expreso digital va ganando cuota de participaci��n. La producci��n digital, actualmente, es m��s cara que la producci��n tradicional pero la curva de los costes digitales tiende a la baja conforme aumenta el n��mero de producciones. En la segunda mitad de 2004 se han estrenado cuatro producciones marcadamente digitales y que sirven de referencia en cuanto a las posibilidades, tendencias y resultados, entendidos m��s en el orden art��stico que en el de taquilla.
 

El Espanta Tiburones, pel��cula de animaci��n digital, es un ejemplo de c��mo una producci��n de dibujo animado, producci��n de alto coste econ��mico y temporal, puede asumir el coste de la producci��n digital cuando ��sta permite obtener un alto ratio resultado/inversi��n con garant��as de reducci��n de costes en producciones futuras lo que incrementa a��n m��s el ratio de las mismas y, por extensi��n, el inter��s en hacerlas.
Los Incre��bles, pel��cula de animaci��n digital de personajes humanos si bien se presentan de manera estilizada aprovechando la licencia creativa que les otorga sus incre��bles poderes. Una vuelta de tuerca en la afianciaci��n de la producci��n digital de dibujo animado que deja bien claro que en una pel��cula es m��s importante la historia y el planteamiento de las situaciones que los medios t��cnicos por s�� mismos.
Sky Captain y el mundo del ma��ana, pel��cula que propone una alternativa creativa en la producci��n al ubicar escenas con actores reales en escenarios virtuales. El rodaje con actores, ante una gran pantalla azul como ��nico decorado, dur�� unos 20 d��as. La postproducci��n, el ensamblaje de los efectos digitales sobre el fondo azulado, dur�� casi un a��o.
Polar Express, pel��cula de animaci��n digital con personajes humanos que ha mejorado la t��cnica conocida como 'motion capture' (en la que los movimientos del actor son capturados para posteriormente ser utilizados en la animaci��n del personaje asociado) hasta obtener la novedosa 'performance capture' (t��cnica por la que adem��s de los movimientos se capturan las expresiones faciales y gestuales del actor permitiendo la integraci��n de dichas capturas en el entorno digital de producci��n mediante dispositivos que simulan la sensaci��n y la funci��n del cabezal de una c��mara motorizada tradicional acercando la manipulaci��n de la c��mara virtual al de una 'dolly' o una gr��a y eludiendo tener que aporrear un teclado para ejecutar comandos detallados). El propio director, Robert Zemeckis, comenta la libertad creativa que la 'performance capture' le brind�� en Polar Express: ���La buena noticia es que cualquier cosa es posible. La mala noticia es que cualquier cosa es posible���, dice bromeando, si bien a continuaci��n matiza: ���Eleva el nivel de tu trabajo como director en el sentido de que te permite hacer cualquier cosa. El ��nico l��mite ahora es la imaginaci��n del realizador, porque puedes crear literalmente cualquier imagen. Puedo hacer una toma espectacular con un ni��o encima de un tren a toda velocidad en medio de la nieve de noche y no tengo que preocuparme de c��mo voy a hacerlo. No tengo que preocuparme de si el ni��o se va a caer del tren, o si la c��mara se va a congelar o si el tren alcanzar�� su objetivo. Ahora tengo un control completo sobre esos elementos. Es lo m��s parecido que tenemos a escribir una historia en un ordenador y hacer que salga una pel��cula por el otro extremo���.

 

La distribuci��n es, por costes e inversi��n asociada, el tal��n de Aquiles del ciclo vital de toda pel��cula. Una vez se dispone de la pel��cula, m��s o menos ajustada al gui��n, m��s o menos ajustada al punto de vista del director, m��s o menos ajustada al inter��s del productor, se necesitan m��s o menos copias para su exhibici��n en funci��n del inter��s del distribuidor. Las copias son voluminosas, normalmente son cinco o seis rollos, de 40cm de di��metro, de pel��cula fotogr��fica en funci��n del metraje (duraci��n), y pesadas (unos 15kg por copia). Las copias requieren un lugar para almacenarse, un transporte para su distribuci��n y adolecen de que una raya o corte en UNO cualquiera de los miles de fotogramas que la componen supone la degradaci��n de TODA la copia. El expreso digital no ha entrado a��n en esta estaci��n del recorrido de una pel��cula, si bien las grandes distribuidoras tienen puesta la ilusi��n en la distribuci��n digital de las copias, que vendr��a a ser como la entrega a la sala de exhibici��n v��a 'correo electr��nico' de un fichero conteniendo la copia digital. Este sue��o tecnol��gico, adem��s de eliminar los elementos f��sicos de la cadena log��stica (los almacenes, la entrega y recogida minorista de cada copia, la evaluaci��n peri��dica del estado de las copias, la destrucci��n de las copias cumplidas o deterioradas) permitir��a el control de la explotaci��n comercial dado que actualmente la distribuidora sabe que ha entregado una determinada copia a un local de exhibici��n pero no puede saber con certeza los pases (proyecciones) de la misma, no s��lo en la sala a la que se ha entregado sino en otras salas vecinas, y mucho menos conocer el estado de la copia cuando le sea devuelta.

La exhibici��n en la sala comercial es la estaci��n t��rmino del expreso digital. Actualmente, s��lo contadas salas disponen de proyectores digitales dado que es una tecnolog��a cara, todav��a en experimentaci��n y sin un "standard" definido. El proyector digital difiere del proyector convencional en que la imagen a proyectar no se encuentra en una bobina de pel��cula fotogr��fica sino en el disco duro de un ordenador. La llegada del expreso digital a las salas de exhibici��n, sustentado en que tambi��n habr�� pasado previamente por la v��a de la distribuci��n, posiblemente provocar�� problemas dermatol��gicos en los directivos de las distribuidoras cinematogr��ficas de tanto frotarse las manos ante la perspectiva de disponer de un canal de explotaci��n de costes acotados y contenidos, con control sobre las entregas y proyecciones y con posibilidades de llevar la explotaci��n m��s all�� de las salas comerciales al permitir, digamos, que las copias 'originales' pudieran alquilarse por otros centros p��blicos o privados. Pero todo esto, a d��a de hoy, est�� en el limbo de la distribuci��n-ficci��n.

En esta primavera de 2005 se estrena el Episodio III, ��ltima entrega prevista de La Guerra de las Galaxias. El entorno de la producci��n digital est�� lo suficientemente activado como para que, haciendo un s��mil con el entorno de la moda, con esta ��ltima edici��n de la "Pasarela Digital" se complete la eclosi��n de la producci��n digital y se generalice su aplicaci��n.

Faltan 5 minutos para la medianoche y la tensi��n de la espera empieza a hacer mella en el chico que espera pillar 'in fraganti' a Santa Claus cuando un ruido en el exterior le hace salir de la casa, en bata y zapatillas, para encontrarse ante el Expreso Polar, tren que ofrece a los ni��os la posibilidad de asistir al m��gico momento en que, en el remoto Polo Norte, Santa Claus inicia su recorrido para repartir los juguetes. El chico debe decidirse r��pido porque el tren tiene m��s paradas que hacer antes de llegar a su destino... y s��lo faltan cinco minutos para la m��gica hora de la medianoche. "Bueno, ��vienes?", pregunta el revisor. "��Adonde?", inquiere el deslumbrado chico. "Al Polo Norte, por supuesto. ����ste es el Polar Express!".

Viajeros del Expreso Digital, ��todos al tren!.

Un saludo desde el teclado.

jueves, enero 06, 2005

Polar Express

Especial

El expreso digital

 

Hola, aloh.

"Estas Navidades... creer��s" es el texto a pie de imagen que aparece en el cartel anunciador de "Polar Express", pel��cula dirigida por Robert Zemeckis. El cartel muestra a un asombrado ni��o, clavado en la nieve cual mu��eco, con las manos extendidas hacia el suelo como para mantener el equilibrio ante el reluciente tren negro detenido en una imponente perspectiva que realza la majestuosidad de la quieta locomotora bajo el estrellado cielo nocturno mientras los copos de nieve caen suavemente. En la parte superior del cartel, aparecen el t��tulo "Polar Express" y el nombre de Tom Hanks como reclamo protagonista.

Recuerdo que cuando en su d��a, mejor dicho en su noche, vi el cartel en el elevado expositor de los pr��ximos programas en el iluminado vest��bulo de mi cine preferido me qued�� parado igual que el ni��o del cartel ante la locomotora y, mentalmente, anot�� la pel��cula en la lista de las pendientes a ver. Cuando la pel��cula lleg�� a las salas comerciales, a��n qued�� m��s sorprendido al leer que tambi��n se presentaba en formato IMAX-3D, indicativo de que no se trataba de una pel��cula convencional. La descripci��n que hace la sala IMAX no tiene desperdicio: "El p��blico se encontrar�� totalmente inmerso en la presentaci��n IMAX 3D... intentando atrapar los copos de nieve que salen de la pantalla, agach��ndose para evitar el choque con el tren a vapor cuando da vueltas a toda marcha, y escuchando el silbido de la m��quina de vapor en sonido digital envolvente, todo ello en una pantalla de m��s de siete pisos de altura."

Polar Express nos cuenta la historia de un ni��o que una nevada nochebuena espera acostado con todos los sentidos alerta para no perderse la llegada de Santa Claus. La espera va m��s all�� de los regalos que le pueda traer pues lo realmente importante es confirmar que a��n puede o��r el tintineo de los cascabeles del trineo, signo de que a��n no ha perdido el sentido de la ilusi��n ni la capacidad de sorpresa.

Faltan pocos minutos para la medianoche y la tensi��n de la espera empieza a hacer mella en ��l cuando un ruido en el exterior le hace salir de la casa, en bata y zapatillas, para encontrarse ante el Expreso Polar, tren que ofrece a los ni��os la posibilidad de asistir al m��gico momento en que, en el remoto Polo Norte, Santa Claus inicia su recorrido para repartir los juguetes. El chico debe decidirse r��pido porque el tren tiene m��s paradas que hacer antes de llegar a su destino... y s��lo faltan cinco minutos para la m��gica hora de la medianoche.

La historia, firmada por Robert Zemeckis y William Broyles (N��ufrago, Apolo 13), est�� basada en el libro infantil del autor y artista Chris Van Allsburg, uno de los nombres m��s respetados en la literatura infantil, quien en 1986 recibi�� la medalla Caldecott por los dibujos al pastel que ilustran su "The Polar Express" (1985). Los dibujos de Allsburg han marcado el estilo art��stico de pel��cula pues Zemeckis ha tratado de recrearlos en una pel��cula de animaci��n digital en la que escenarios, vestuario y personajes humanos son creaciones virtuales que se ajustan a la est��tica de las ilustraciones originales, ofreciendo a los espectadores la oportunidad de experimentar c��mo podr��a ser un viaje a medianoche al Polo Norte a trav��s de los ojos de un ni��o mediante unas im��genes que son aut��nticas postales navide��as.

Dentro del equipo de habituales de Robert Zemeckis se encuentra el actor Tom Hanks quien se encarga de interpretar cinco personajes: el chico, el padre del chico, el revisor, el vagabundo y Santa Claus.

Polar Express cuenta con momentos m��gicos como el vuelo del billete de tren, secuencias espectaculares como el descenso del expreso hacia el lago helado y su posterior derrapaje al estar las v��as cubiertas por el agua helada (��no quiero imaginar c��mo debe ser en el IMAX!), secuencias asombrosas como el momento en que los infantiles viajeros son invitados a una taza de chocolate caliente y momentos intimistas, quiz�� los mejores, como las iniciales tribulaciones del ni��o mientras espera a Santa Claus, o cuando el tren recoge al ni��o que vive en el barrio pobre o, especialmente, la met��fora del cascabel que es el perfecto resumen de lo que esta narraci��n pretende. Robert Zemeckis, al igual que su mentor, Steven Spielberg, sabe c��mo llegar al coraz��n de aquellos que quieren dejarse imbuir por la magia de su cine.

Tanto Zemeckis como Hanks han comentado que "The Polar Express" ha sido el cuento favorito de sus hijos y que a la hora de llevarlo a la pantalla han procurado recrearlo como si se lo estuvieran contando una vez m��s a sus peque��os. No obstante, el metraje se hace notar pues un cuento de unas 32 p��ginas se ha extendido hasta ocupar 99 minutos de pel��cula con lo que es inevitable que la historia adolezca de un estiramiento argumental que no siempre es sustentado con la magia de las im��genes.

Admito que haber visto la pel��cula dentro del per��odo navide��o ("Estas Navidades...") no ha hecho de m�� un converso al respecto de dichas fiestas ("creer��s"), bien porque el tema de Santa Claus me cae un poco alejado geogr��ficamente, bien porque empiezo a ser un poco duro de o��do al ilusorio tintineo de cascabeles. Sin embargo, m��s all�� del az��car navide��o que espolvorea la historia, cual si de un rosco de vino se tratase, la pel��cula trata del momento entre la inocencia y la madurez en que un ni��o puede elegir un camino que cerrar�� su coraz��n para siempre u otro en el que aprende que su fe no tiene edad, reglas ni l��mites y ��sta interesante cuesti��n es independiente de la ��poca navide��a.

"Es importante saber el destino del tren, pero m��s a��n decidirse a subir en ��l.", le dice el revisor al chico. Est�� claro que "unas navidades" a los productores y al equipo de "Polar Express" se les apareci�� el costoso expreso de la producci��n digital, "creyeron", se decidieron a subir en ��l y el resultado est�� a la vista.

Un saludo desde el teclado.

domingo, enero 02, 2005

2046

Hola, aloh.
 

A prop��sito de "2046" su director, Wong Kar-Wai, comenta: "Cuando el gobierno de China prometi�� 50 a��os sin cambios, pens�� que deb��a hacer una pel��cula sobre las promesas, sobre c��mo las cosas pueden permanecer sin cambios durante toda una vida. Es una pel��cula futurista, pero no un film de ciencia ficci��n".

El futuro nos es incierto por lo que instintivamente buscamos algo que nos conforte y rebaje las inevitables expectativas negativas que lo venidero anunciado acostumbra a despertar en nosotros. Lo m��s socorrido es echar mano de nuestras experiencias positivas adquiridas en el pasado. Si el pasado ha sido bueno seremos reacios a cualquier modificaci��n futura ante la posibilidad de perder lo que tenemos. De este modo 'cambiar' se acaba convirtiendo en sin��nimo de 'temer'.

Nuestra vida se asemeja a un tren que inici�� su recorrido en el momento de nuestro nacimiento y que se dirige hacia su incierto, pero conocido, destino final. Las pasiones y las ilusiones son la locomotora. Las experiencias, los temores y los recuerdos de cada a��o transcurrido son los vagones.

En 1997 Hong Kong inici�� su nueva andadura con la promesa de que nada cambiar��a en 50 a��os, convirtiendo al a��o 2046 en el destino final de los buenos momentos pasados vividos.

Al comienzo de la pel��cula se nos instruye que 2046 es un tren en viaje hacia el futuro con la intenci��n de reencontrar los recuerdos y las claves de ayer, un ayer datado en el per��odo 1966-69 y ubicado en la habitaci��n 2046 de un hotel de Hong Kong en donde se encontraban los castos amantes ad��lteros de "In the mood for love (Deseando amar)", del mismo director.

Los que viajan en el tren 2046 tienen como intenci��n primordial recuperar la memoria perdida en un trayecto que se plantea como un viaje sin retorno en un convoy futurista que dispone de unas androides ideadas para dar amor a los viajeros pero que no pueden satisfacer los anhelos m��s profundos que estos precisan.

Sin embargo, el tren 2046 es la ficci��n de un periodista prendido por unos hechos pasados acontecidos en la habitaci��n 2046. Incapaz de olvidarlos, vuelve al hotel con la intenci��n de alojarse en la habitaci��n de sus obsesiones pero, por un azar del destino, acaba alojado en la contigua habitaci��n 2047 con lo que puede estar cerca de su recuerdo pasado y disponer de una perspectiva externa presente mientras conforma su proyecto de futuro.

El periodista tiene como proyecto la novela futurista 2046, pero realmente subsiste escribiendo novelas de sexo dedic��ndose a jugar el papel de seductor que engatusa a las mujeres para as�� experimentar vivencias, explorar geograf��as femeninas y, de paso, evadirse del presente rememorando un pasado proyectado hacia un imaginado futuro.

Cuando conoce a la hija del propietario del hotel, algo cambia en ��l y no s��lo retoma la novela futurista 2046 sino que inicia una nueva novela, 2047, que tiene como protagonista a un seductor que juega con el amor pero sin llegar a la ��ltima carta ya que rechaza comprometerse en cuanto percibe que el amor y la dependencia irrumpen en sus relaciones.

As�� las cosas, y quitado de las escenas futuristas, llega un momento en que no se puede distinguir la acci��n real de la acci��n novelada. Sin embargo, importa poco saber si lo que estamos viendo es la realidad 1966-1969 o la novela 2047. La pel��cula es tan emotivamente hipn��tica, tan visualmente fascinante y tan sensualmente sugerente que, cual encantador de serpientes, nos roba la raz��n y nos hace "bailar al ritmo de su m��sica".

2046 es un recorrido hipn��tico, apasionante, doloroso e implacable por los tortuosos caminos del amor, fuente y origen de promesas sentidas y de emociones vividas que, quiz��, son las ��nicas que pueden permanecer sin cambios durante toda una vida.

Un saludo desde el teclado.